Delarra, cubano y universal.
Fue ayer que recordamos el nacimiento de José Ramón De Lázaro Bencomo, más conocido como José Delarra en San Antonio de los Baños, el 26 de abril de 1938, un escultor y pintor cubano, con ideas revolucionarias que canalizó antes del triunfo revolucionario, motivo por el que tuvo que emigrar al exilio y regresar cuando era posible canalizarlas aquí en pleno proceso de efervescencia revolucionaria.
Delarra además de la Escultura fue un destacado en la pintura, ilustración gráfica, cerámica, dibujo y grabado, caricatura escultórica… Realizó ilustraciones y diseño gráfico para las revistas Verde Olivo y Muchacha, el Semanario Mella y Juventud Rebelde.
Con solo 11 años realizó su primera obra, un busto de Martí en el patio de su casa. Y en 2009 el espeleólogo Leonardo Camueira halló otra escultura del Apóstol en la cooperativa Mártires de Barbados, de Guanajay.
El busto estaba enterrado en su pedestal hasta el cuello, con múltiples capas de pintura aplicadas durante décadas; al destroncarlo, descubrieron que estaba esculpido en bronce, y vieron la firma. No era un Martí usual, sino de pelo suelto, rebuscado, serio, con una mirada profunda, lo que demuestra su talento a muy temprana edad.
Fue fundador de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuna (Uneac) que también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y miembro de la Unesco. Para él, la pintura era diferente a la escultura. “La pintura es poesía, simbolismo, sutileza. La escultura es la novela y la pintura es la poesía, los sueños. En mí ambas han estado indisolublemente unidas. Yo soy un escultor que pinta”, decía, y ostentaba también al morir el 26 de agosto del 2003, el Título Honorífico de “Héroe del Trabajo de la República de Cuba”.
Entre sus obras más representativas se encuentran el Monumento al Che Guevara y el conjunto escultórico que engalana el sitio donde se hallan los restos del Guerrillero Heroico y sus compañeros, en la Plaza de la Revolución de Santa Clara, junto a losmonumentos alzados en las Plazas de la Revolución de varias provincias, además de otros monumentos en España y México, uno de los cuales fue dedicado a Martí en ambos países. Su obra está distribuida en cerca de 40 países, entre ellos México, España, República Dominicana, Japón, Angola.
de Santa Clara.
Pudiera ser a juicio de los conocedores, su obra cumbre es el Conjunto Escultórico al Che en la Plaza de la Revolución Villaclareña, escenario que tradicionalmente se utilizaba para las concentraciones. Son múltiples las argumentaciones para sostener acontecimientos a partir de criterios de un arquitecto involucrado con hechos precisos de la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara. Desde el centro de la Isla el recinto abierto fue culminado en junio de 1987 y se inauguró el miércoles 28 de diciembre del siguiente año; en su base hay un Mausoleo, donde descansan los restos de del Che y su tropa desde 1997.
Fue la idea de Fidel, en lo que respecta a un escenario histórico de concentración popular. Así lo expuso el sábado primero de agosto de 1964 en tránsito por Santa Clara. Nadie imaginó lo que vendría después, y que "los ojos incerrables de Che", como describió Mario Benedetti, sigan aquí, bien abiertos, fusil en mano mirando hacia su Latinoamérica.
Otras de las más destacadas obras monumentales son:
- Monumentos alzados en las Plazas de la Revolución de las provincias de Holguín, Granma y Villa Clara.
Primer monumento diseñado por José Delarra fuera de Cuba, en 1978. Alusivo al poeta cubano, los cancunenses le bautizaron con el nombre de monumento "Los Plátanos".
Diseñado por el escultor cubano Ramón De Lázaro Bencomo, más conocido como José Delarra. Inaugurado en 1981 por el presidente de la república, José López Portillo, enaltece la historia nacional a través de grabados de los personajes históricos de máxima relevancia. Debido a su forma, popularmente se le conoció desde su inauguración como "Monumento a la Licuadora".
Su obra en general, está distribuida en cerca de 40 países, entre ellos, Angola y República Dominicana.
Fue José Delarra un excepcional hijo de Cuba y de su Revolución, para ella y por ella entregó su talento de fiel artista y patriota hasta el último aliento de vida.
El Che visto por el escultor José Delarra.