Día Internacional de Recuerdo del Desastre de Chernóbyl.
El 26 de abril fue decretado por la ONU como el Día Internacional de Recuerdo del Desastre de Chernóbyl, con el objetivo de conmemorar uno de los mayores desastres nucleares que ha vivido la humanidad en las últimas décadas, ocurrido en Pripyat, Ucrania, y el cual dejó un saldo muy alto de muertos y heridos debido a la radiación nuclear.
El accidente ocurre el día 26 de abril de 1986 en la planta nuclear Chernobyl, debido a una gran explosión que liberó al espacio 200 toneladas de material radiactivo, que se extendió a distintas áreas.
La causa fue producto de un error humano, que desencadenó toda una tragedia a nivel mundial. Muchos países se vieron afectados como Polonia, Bielorrusia, Checoslovaquia y Ucrania, ya que la gran nube se propagó por Europa.
Muchas personas murieron y casi 8.500 millones fueron afectadas debido a los altos niveles de radiación, ya que la población no fue alertada con tiempo para alejarse del lugar. Han pasado 26 años de ese hecho y hoy sigue siendo una región fantasma, completamente inhabitable.
Algunos años después de la explosión del cuarto reactor de la Central Electronuclear de Chernóbil, la entonces URSS solicitó al mundo auxilio para atenuar la huella de la explosión nuclear en su población, fundamentalmente infantil. Cuba mostró su disposición inmediata.
Así se organiza el primer vuelo a Cuba de 139 niños, muy enfermos, fundamentalmente de problemas oncohematológicos. Llegan a La Habana el 29 de marzo de 1990 a las 8 y 46 de la noche en un vuelo de Aeroflot. El propio Fidel los recibió en la escalerilla del avión y ya estaban preparados los hospitales pediátricos Juan Manuel Márquez, William Soler y el Instituto de Hematología para recibirlos.
Entre 1990 y 2016 se atendieron en el país más de 26 mil personas afectadas.
El Balneario de Tarará se puso a disposición de los menores víctimas de la radiación en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Por más de 19 años Cuba desarrolló un programa de atención integral de salud, masivo y gratuito para los infantes afectados por el accidente de Chernobyl.
Por: Sergio Rivero